martes, 1 de julio de 2025

Reseña literaria de la obra "Mortal y rosa”

Día: 26 de junio de 2025

Obra: "Mortal y rosa". Autor: Francisco Umbral

En 1975, el reconocido escritor y periodista Francisco Umbral (Madrid, 1932-2007), galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1996) y el Premio Cervantes (2000), publicó "Mortal y rosa", obra profundamente autobiográfica, conmovedora y tierna, donde el autor comparte su visión del mundo, sus pensamientos más profundos y, de manera desgarradora, el relato de la enfermedad que arrebató la vida a su hijo de tan solo cinco años. El autor sobrevive a la tragedia y busca consuelo en la escritura, en un intento de silenciar el dolor. Umbral, en un diálogo consigo mismo, con su hijo, con la muerte y con la vida, transforma su dolor en un poema lírico: “Soldadito rubio que mandaba en el mundo, te perdí para siempre”. La obra se caracteriza por su deslumbrante mezcla de memorias, diarios, reflexiones personales y prosa poética.

El autor utiliza la figura de su hijo para volver a su propia infancia, esa que no tuvo. En un pasaje conecta con su propia madre y con ternura reflexiona: "Como yo ya no soy yo, que soy ella, mi hijo es ya el suyo, directamente, desaparecido yo". De esta forma, Umbral dice “Soy enlace, así, entre dos seres que no se encontraron nunca, distantes en el tiempo” permitiendo, de este modo, que se unan a través de la memoria y el amor.

"Mortal y rosa" se adentra en la vida cotidiana antes de la enfermedad, el paso por el hospital y la pérdida, sin seguir un orden cronológico y entrelazando el pasado, el presente y el futuro. Umbral, al igual que en un ensayo filosófico, expone su perspectiva sobre la vida, la muerte y el dolor como ejes centrales de la obra, abordando también otros temas como el amor, el sexo, la prostitución, el suicidio, la alegría, el hambre, la miseria, el éxito, la infancia, lo sagrado, lo divino, la paternidad y el proceso creativo.

Aunque la temática es dolorosa, el texto tiene una gran belleza poética y una profunda sensibilidad. El lenguaje se convierte en la herramienta para expresar su sufrimiento, pero también para encontrar consuelo y belleza en medio de la tragedia. El título se inspira en los versos de Pedro Salinas: "a esta corporeidad mortal y rosa / donde el amor inventa su infinito".

A pesar de su imagen pública altiva y provocadora, Umbral revela en la obra la complejidad de su propia infancia, marcada por la ausencia paterna. El autor confiesa que la literatura ha sido su refugio, una forma de vivir el mundo “He vivido el mundo intensamente, pero literariamente ... El escritor va por dentro”, y un medio para encauzar su dolor "Y la verdad es que yo escribo como si pedalease, huyendo siempre de algo". Umbral distingue entre su pose pública y su verdadera personalidad, afirmando con crudeza: "No creáis nada de lo que diga, nada de lo que escriba. Soy un farsante". Esta declaración surge de la devastadora experiencia de la pérdida de su hijo, “la única verdad posible". Umbral también critica el éxito, considerándolo una "hipnosis colectiva", y se distancia de la percepción que la gente tiene de él. Su conciencia social se manifiesta en afirmaciones contundentes como "el mundo descansa en el explotado o avanza sobre cadáveres", señalando la explotación humana y los errores históricos con una actualidad alarmante.

 

 

Redacción de la reseña: Mª José García del Real