El doce de octubre visitamos el pueblo de Marchena. Recibidas por sus monumentales puertas recorrimos el recinto amurallado hispano-musulman, la plaza mayor, sus hermosos palacios, y las originales iglesias llenas de grutescos y cabezas de ángeles. Unas riquísimas tapas en Casa Manolo y un café con rosquitos de las monjas. Y aún nos sobró tiempo para dar un paseo por la bonita Carmona.
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