El 19 de noviembre y después de dos meses de espera, hicimos la visita a las cubiertas de la catedral. El día se presentó lluvioso, el agua caía con mala idea. Nos planteamos si subir y el guía nos animó, nos dijo que no había peligro y que era una visión diferente que nos iba a encantar...Así que subimos hasta la tribuna y recorrimos la catedral pegados a las paredes viendo de cerca las maravillosas vidrieras, el rosetón, los entramados de madera de los ángeles y del retablo mayor, y cada cierto tiempo por una estrecha escalera de caracol accedíamos a los tejados y azoteas, las cubiertas estaban funcionando a pleno rendimiento, los desagües, canalillos, y las monstruosas gárgolas que vomitaban el agua hacia el exterior... Al final fué un espectáulo inolvidable. El patio de los naranjos y la giralda nos parecieron más bonitos todavía desde allí arriba. Una visita inolvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario