Día: 26 de septiembre de 2024
Obra: "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha". Autor: Miguel de Cervantes Saavedra.
Don Quijote de la Mancha, publicada en dos partes (1605 y 1615), representa la obra más relevante de la literatura española, es una de las más importantes de la literatura universal y ha tenido una enorme influencia en la posterior narrativa europea. Cervantes es el gran creador de esta inmortal obra, todo él, toda su gran cultura literaria, su vida y sus experiencias, están en ella. Cervantes, profundo conocedor de la condición humana, después de cuatro siglos, con El Quijote nos sigue enseñando y divirtiendo, por los temas que trata que nos afectan, interesan e inquietan y así, el héroe más vulnerable de la historia, que vivía su propio sueño, produce todavía una gran fascinación. El Realismo alcanza, con El Quijote, su máximo grado de excelencia. Los románticos rescataron la figura de Don Quijote y los realistas recuperan las técnicas narrativas de Cervantes, convirtiéndolo en el creador de la Novela Moderna.
Cuando en 1615 sale a la luz la segunda parte, los personajes ya han empezado a leer la primera. Cervantes aún llega más lejos y así el falso Quijote, el de Avellaneda, que es su peor enemigo, es citado, leído y humillado en el auténtico. Todos se burlan de él y los encantadores le alteran la realidad. El Quijote tiene el propósito de satirizar la moda literaria de su época y consigue que se reduzcan las ediciones de los libros de caballería “...pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías”. Cervantes, utilizando un ingenioso recurso literario, atribuye la novela a un narrador árabe imaginario Cide Hamete Benengeli.
La estructura de la obra, dividida en aventuras-capítulos, y aunque con la introducción de otros textos, que recoge mucho de tradición orientalizante, responde a las fases de un viaje iniciático, que, casi a la vejez, Cervantes nos presenta para hacer el dibujo de la España (centro del mundo en aquella época), del tránsito del siglo XVI al XVII, permitiéndole saetear todos los estamentos sociales y denunciando de forma satírica los privilegios de la sociedad de su época, pero siempre buscando el entretenimiento, al que nunca renuncia, como si de una obra de caballería se tratara.
Cervantes inmortaliza a sus personajes, los crea sobre modelos reales, y los convierte en personas. Don Quijote, junto con su escudero Sancho Panza, impulsado por su ideal, busca ayudar a los desventurados, causando una gran admiración a todos con sus diálogos, que son una constante muestra de ingenio y buen humor. El ingenio le permite la crítica, a todos los niveles, porque a los locos ingeniosos todo les está permitido. Sancho va refinando su lenguaje llegando a ser “menos simple y más discreto”. Es de destacar la vigencia y actualidad de los refranes del Quijote y su carácter representativo para la lengua española.
La obra es una sátira moral, Don Quijote de la Mancha no tiene el menor reparo en enfrentarse a la autoridad y en desafiar las leyes, es también un canto a la libertad, a la igualdad y a la dignidad humana. Así la modernidad del Quijote está en el espíritu rebelde y justiciero que quiere cambiar el mundo para mejorarlo, y aunque se choca con muchos obstáculos, es golpeado, humillado y convertido en objeto de burlas, él piensa que la justicia es posible. Al final Alonso Quijano el Bueno, supera su locura y se enfrenta con la realidad.
Redacción de la reseña: María José García del Real
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