Día: 17 de diciembre de 2025
Obra: "Botchan". Autor: Sōseki Natsume
Botchan, publicada en 1906, es la segunda novela del escritor japonés Natsume Sōseki (1867–1916), figura clave de la literatura japonesa. La obra, con claros elementos autobiográficos, relata las experiencias de un joven profesor de matemáticas que deja Tokio para trabajar en un instituto situado en una zona rural de la isla de Shikoku. A través de un tono humorístico y satírico, y estructurada en once capítulos, Sōseki construye una crítica profunda de la hipocresía social y moral de la sociedad japonesa durante la era Meiji, una etapa marcada por la modernización y por el conflicto entre tradición y occidentalización.
Botchan, que significa en japonés “niño mimado”, es un joven impulsivo, despreocupado, audaz e inteligente. Tal como se afirma en la obra, “el carácter de Botchan es recto, flexible y resistente como el de una vara de bambú”. Sin embargo, pronto se enfrenta a una realidad hostil. Desde su llegada, sufre las burlas de los alumnos y se enfrenta a un ambiente escolar marcado por intrigas y corrupción moral entre el profesorado. El contraste entre la gran ciudad y la provincia se convierte en uno de los ejes centrales de la novela: el protagonista choca con un entorno rural que, lejos de ser sencillo y honesto, se revela malicioso e hipócrita. Como él mismo confiesa, “me pregunté con disgusto qué se me había perdido a mí en un lugar tan provinciano y tan cerrado como aquel”. No obstante, acaba descubriendo que, más que un héroe moral, es un inocente e inadaptado social frente a los verdaderos pícaros que resultan ser sus compañeros de instituto, caricaturizados de manera muy descriptiva.
Narrada en primera persona, la obra presenta a Botchan como un antihéroe íntegro e incapaz de tolerar la injusticia o la mentira. Su crítica alcanza incluso a la prensa: “¡Los periódicos están repletos de mentiras y fantasías!”. Esta franqueza lo conduce constantemente al conflicto. En este sentido, la novela puede leerse como un relato de aprendizaje en el que el protagonista, desde su inocencia inicial, adquiere una mayor comprensión de la complejidad moral del mundo. Algunos rasgos remiten a la novela picaresca, como la narración retrospectiva, las anticipaciones del desenlace y el aprendizaje a través del engaño y de experiencias adversas.
Dentro del microcosmos escolar, Botchan encuentra pocos aliados. El “Puercoespín” se convierte en su único amigo sincero, en contraste con figuras como “Camisaroja”, el antagonista principal: un intelectual elitista cuya admiración por la cultura occidental encubre una profunda carencia de valores. Su intento de arrebatarle la prometida a “Uranari” constituye el núcleo del conflicto moral de la obra. Frente a él aparecen víctimas de la injusticia, como “Calabaza”, obligado a dimitir, y destaca especialmente Kiyo, la criada que cuidó a Botchan desde niño y que encarna la lealtad, la honradez y la auténtica moral tradicional. Ella se presenta como la verdadera representante de una sociedad honorable.
Finalmente, incapaz de soportar la corrupción del entorno, Botchan decide actuar conforme a su propio sentido de la justicia y regresa a Tokio, donde lleva una vida modesta pero honesta junto a Kiyo. Botchan es una obra fundamental del primer período de Sōseki y una lectura obligatoria en Japón. Bajo su aparente sencillez, encierra una aguda crítica social y moral, utilizando el humor y la caricatura para cuestionar las apariencias, educar a los jóvenes lectores y reivindicar la integridad individual frente a una sociedad viciada.
Redacción de la reseña: Mª José García del Real

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